CENTENARIO
DEL PRESBITERIO DE NUESTRA BASÍLICA
Bajo
la dirección del maestro albañil José Vicente "Chente"
Torres, arquitecto popular, proveniente de Ejido, estado Mérida,
arrancaron los trabajos de reparación y ampliación del Templo de
Santa Lucía de Timotes, hoy Basílica Menor del mismo nombre. El
Maestro "Chente" Torres, logró paciente y artísticamente,
darle forma espectacular y belleza única a la iglesia. Los
mencionados trabajos se desarrollaron desde el año 1911 hasta el año
1929, y en varias oportunidades, se vieron paralizados por diversas
razones : en ocasiones lluvias, en otras la falta de recursos
económicos, materiales y la escasez de mano de obra voluntaria.
Aunque todos esos obstáculos fueron vencidos, con grandes
sacrificios, por el Padre Buenaventura Vivas (artífice del progreso
local y promotor del ambicioso proyecto de restauración ) y quienes
apoyaron decididamente la obra, cristal izándose al tiempo la
majestuosa empresa que consistió en levantar, casi desde sus ruinas,
ese templo extraordinario que hoy admiramos. A propósito podemos
señalar los daños ocasionados al presbiterio del templo, en junio
de 1913, cuando se sucedieron fuertes lluvias y se desbordaron varias
quebradas y creció el río Motatan, sembrando terror y preocupación
entre nuestros habitantes . Cuenta la historia que la peligrosa
quebrada Ño Ana de Zaraza se desbordó, y corría por la calle Los
Hoyos o Avenida O'leary , causando diversos daños en el cementerio
viejo y en la parte trasera de la iglesia, afectando
considerablemente el presbiterio. Sin embargo , los esfuerzos se
doblaron extraordinariamente y Monseñor Vivas continúo
desarrollando acciones, al pasó de los años , para continuar con la
obra.
Los esfuerzos de este Sacerdote del progreso, empeñado en
mejorar la casa de Dios, secundado por el apoyo masivo del pueblo,
vieron el primer fruto de sus acciones como fue: la conclusión de
varios arcos internos, costeados abnegadamente por algunas familias
pudientes de la comunidad, y la terminación definitiva del
Presbiterio en el año 1915. Por tal y como acción estimulante, se
decidió inaugurar solemnemente el nuevo presbiterio del templo, y se
escogió un día 22 de febrero de 1916, hace exactamente 100 años,
cuando justo se celebraban las Bodas de Plata Sacerdotales del padre
Buenaventura Vivas. Así se designó como Padrino de Honor al Ilustre
escritor Don Tulio Febres Cordero: Patriarca de las Letras Merideñas.
El día 22 de febrero del año 1916, desde tempranas horas de la
mañana , nuestro gentilicio se vistió de fiesta. Hubo repique de
campanas y a las nueve de la mañana, el Presbítero Dr. Trinidad
Colmenares, acompañado por el séquito de religiosos, las
autoridades civiles y militares del Distrito, junto al flamante
Padrino, sus familiares y amigos y un gran número de feligreses,
participaron en la solemne Bendición del Presbiterio de nuestro
Templo y de la solemne Eucaristía donde se celebró por todo lo alto
las mencionadas Bodas de Plata Sacerdotales del Padre Vivas.
De
esta forma, en medio de la alegría cristiana y cumpliendo los
rituales solemnes establecidos por la santa iglesia, se concretó el
primer logro de un proyecto difícil que costó largos años, gracias
al tesón y constancia del sacerdote y del pueblo en general. De este
acontecimiento hace ya 100 años, por lo que destacamos la
Celebración solemne del Primer Centenario, cumpliendo con algunas
actividades especiales y solemnes que coinciden con la celebración
del año jubilar de la Misericordia y los ocho años de la Ordenación
Sacedotal del Presbítero Amilkar Lobo, actual Rector de la Basílica
Menor de Santa Lucía de Timotes y Cura Párroco de esta importante
parroquia .